Este 19 de octubre se cumplen 6 años de la muerte de Ángel Verón, ocurrida en 2015. El referente del MTD No al Desalojo había sido detenido el 24 de septiembre de ese año mientras realizaba junto a su organización un corte en la Ruta Nacional 11 reclamando fondos para la construcción de viviendas. Fue perseguido y brutalmente golpeado por la Policía de Chaco. Como consecuencia de estas torturas fue internado en el Hospital Julio C. Perrando y falleció poco más de un mes después.
Seis policías, el comisario a cargo de la Comisaría 4ª, Juan Domingo Penayo, y los cinco agentes Lucas Aquino, Darío Bernal, Gabriel Santana, Martín Benítez y Manuel Arévalo serán juzgados recién en 2022 por la muerte del dirigente social, bajo la acusación de la fiscalía en lo penal especial de Derechos Humanos por el delito de “apremios ilegales agravados”. El Comité para la Prevención de la Tortura se presentó como querellante particular en esta causa, solicitando que la causa se caratule como “tortura seguida de muerte”, aunque este requerimiento fue rechazado por el Juzgado de Garantías en la audiencia de oposición a la elevación a juicio.
En un primer momento se difundió la versión de que Verón habría fallecido por causas naturales, pero por insistencia de las organizaciones sociales logró exhumarse el cuerpo y practicarse una autopsia. Mediante la misma se comprobó que el dirigente falleció a causa de los golpes que recibió al momento de su detención.
Desde el Comité se trabaja para la visibilización y esclarecimiento de estos hechos de violencia policial contra movimientos sociales que reclaman por sus derechos, bregando por el fin de la criminalización de la protesta social. A su vez, se promueve la necesidad de que el Estado reconozca que las golpizas constituyen actos de tortura, para encaminarse a la prevención y erradicación de estas prácticas.