El 13 de febrero de 2020, en Avenida Edison al 1390 de la ciudad de Resistencia, Diego Barreto fue detenido por funcionarios policiales de la Comisaría Seccional Séptima, quienes lo inmovilizaron contra el suelo, boca abajo, esposado y con una rodilla comprimiendo su espalda.
Luego de un momento, según testigos presentes en el lugar, el joven se empezó a quedar quieto y a ponerse morado. Al acudir la ambulancia de la UCCEM se constató que Barreto ya no presentaba signos vitales.
La autopsia realizada conforme el “Protocolo de Minnesota” arrojó como resultado que la causa de la muerte de Diego fue por «Asfixia Mecánica por Compresión Extrínseca del cuello, probablemente por estrangulación antebraquial o armada, durante la aprehensión por funcionarios de esa fuerza de seguridad (Muerte en Custodia)».
El fiscal Especial en DD.HH llamó a fines del año pasado a declaración de imputado a tres policías, uno de ellos con rango de Comisario, esto fue pospuesto en razón de la intrusión informática que sufrió el poder judicial de la Provincia, no contándose aún con nuevas fecha de dichas audiencias.
Desde el CPTCH nos constituimos en querellantes y solicitamos la citación de los policías que intervinieron, además de otras medidas de pruebas como la rueda de reconocimiento, la cual permitió identificar a tres policías.
Además, insistimos en el cambio de carátula, ya que la muerte de Emanuel se corresponde según instrumentos internacionales a una muerte en custodia y no a un suicidio cómo lo fue inicialmente.
Desde el Comité para la Prevención de la Tortura acompañamos a la familia en el pedido de justicia e instamos a la celeridad en la causa, recordando que la investigación eficaz, pronta, exhaustiva e independiente de los homicidios cometidos por las fuerzas de seguridad, son obligaciones internacionalmente asumidas por el Estado Argentino.