El Comité de Prevención de la Tortura del Chaco (CPTCh) suscribió un convenio y será el primero del país en incorporarse como fuente asociada al Registro Nacional de casos de tortura y/o malos tratos (RNCT), con el objetivo de coordinar el relevamiento y el aporte de información vinculada a esta temática en la provincia del Chaco. Fue en el marco de la presentación del Informe Anual 2018 del RNCT que se realizó este jueves en la sede de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) de la provincia de Buenos Aires ubicada en la ciudad de La Plata.
Desde 2013, los Informes Anuales del RNCT cuentan con capítulos destinados a la cuestión penitenciaria y a la cuestión policial en los territorios de la Ciudad de Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires, a los que próximamente se sumará la provincia del Chaco.
La miembro titular del CPTCh, Ariela Alvarez, firmó el convenio de adhesión con el director de la Procuración Penitenciaria de la Nación (PPN), Francisco Mugnolo; el representante de la CPM, Roberto Cipriano García; y la directora del Grupo de Estudios sobre Sistema Penal y Derechos Humanos (GESPyDH) del Instituto Gino Germani de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, Alcira Daroqui, de las tres instituciones que crearon este Registro en el año 2010.
A partir de firma de este convenio, como fuente asociada el Comité tendrá a cargo coordinar el relevamiento y la información con el RNCT a partir de los instrumentos diseñados técnica y metodológicamente por ese Registro, con la construcción de una base de datos específica de acceso conjunto. Para la elaboración de los informes, se tendrá en cuenta la categorización y tipificación de los 11 tipos de tortura que releva el Registro.
¿Qué es el RNCT?
El RNCT trabaja en la defensa de los derechos humanos de las personas que, selectiva y discrecionalmente, son capturadas por las distintas agencias del sistema penal. Durante estos años el RNCT ha consolidado una perspectiva amplia y multidimensional para la comprensión y el relevamiento de las prácticas sistemáticas de tortura, que trasciende las agresiones físicas e incluye una dimensión psicológica, como también las condiciones estructurales, el régimen de vida y las lógicas generales de disciplinamiento con que las agencias del Estado gestionan los lugares de encierro.
En 2017, el trabajo realizado por las tres instituciones que componen el RNCT fue reconocido por el Comité contra la Tortura de Naciones Unidas (ONU), a propósito de una evaluación de las obligaciones del Estado argentino sobre la Convención contra la Tortura.