Por segunda vez en este año ha ocurrido un suicidio en la Unidad Penitenciaria N° VII de Barranqueras. En este sentido, el Comité para la Prevención de la Tortura se dirigió al lugar para con el objetivo de realizar entrevistas con las Personas Privadas de Libertad y los equipos técnicos del Servicio Penitenciario y de readaptación Social (SPP).
Atento a esta situación, el CPTCH solicitó a la Dirección de Salud Comunitaria, dependiente del Ministerio de Salud, y al Programa de Salud en Contextos de Encierro, una post-vención para evaluar los procedimientos de atención de salud mental de las PPL alojadas en esa Unidad.
Los equipos de Salud dialogaron con el personal y compañeros del fallecido, con el fin de brindarles contención.
El Comité verificó el cumplimiento de las recomendaciones realizadas en la visita previa, en la que se solicitó la normalización de las visitas de familiares y allegados que permanecían limitadas por lo dispuesto durante la emergencia sanitaria.
Además, integrantes del Comité se interiorizaron sobre la propuesta de obras realizadas por el propio SPP para brindar talleres y espacios educativos, sobre la cual se solicitará celeridad al Ministerio de Seguridad y Justicia.
Cabe señalar que sobre Unidad existe una sentencia de Hábeas Corpus desde el 2016, en la cual se ordenó la construcción de un polideportivo para que los internos accedan a espacios de recreación y deporte. Esta medida, hasta el día dela fecha, se encuentra incumplida.
Se solicitó al Jefe de Unidad la ampliación de los horarios de permanencia en el patio, teniendo en cuenta la carencia de espacios comunes y el elevado tiempo que las personas transcurren en las celdas. También que desde el Ministerio de Salud se realice una evaluación y revisión del «Programa de Prevención de Suicidios para Internos dentro de la Órbita del Servicio Penitenciario», aprobado por resolución del Servicio Penitenciario Provincial en el año 2017.