“La interdisciplina como estrategia de abordaje integral contra las crueldades” fue el título que dio lugar a la última jornada de la actividad curricular obligatoria de las Prácticas Profesionales Supervisadas (PPS) en la Licenciatura en Psicología de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES), desarrollada en conjunto con el Comité para la Prevención de la Tortura de Chaco.
Durante la jornada, en la sede del CPTCh, se presentaron algunos casos emblemáticos en los cuales el Comité trabajó de manera interdisciplinaria con la presencia de la Licenciada en Trabajo social y vicepresidenta del CPTCH, Ariela Álvarez; Romina Duarte y Roberto Sotelo del equipo jurídico del organismo; la Licenciada en psicología y coordinadora de las PPS, Pía Ferreyra; junto también con la presencia de Solange García perito desde la psicología en casos de violencia institucional; la titular de la Cátedra de Psicología Forense y de la Facultad de Psicología, Elizabeth Narváez y alrededor de 20 alumnos y alumnas que transitaron la materia.
El equipo jurídico del CPTCh desarrolló la consistencia de los Protocolos de Minnesota (orientado a evitar que los funcionarios del Estado que sean sospechosos de haber cometido crímenes de lesa humanidad para actuar o influir en investigaciones al respecto); y el de Estambul (que forma parte del primer conjunto de normas internacionales para documentar la tortura y sus consecuencias). Se desarrollaron los aspectos del proceso de los Juicios por Jurado. También se abordó la persecución y el hostigamiento como tortura psicológica, y otro caso judicial donde la muerte de la persona se desarrolló bajo custodia policial tras agresión.
En torno a la experiencia curricular, Elizabeth Narváez, detalló “la integración de los conocimientos teórico-prácticos en el último tramo del trayecto formativo de las y los alumnos entre el ámbito académico con el mundo del trabajo” a través de la vinculación con la labor del CPTCh.
La psicóloga, quien también se desempeña como titular del Taller de las PPS Jurídico-Forense de la misma universidad resaltó que las PPS forman parte del “primer acercamiento a instituciones o dispositivos de atención e intervención relacionados a la Psicología Jurídico-forense, lo que implica que el alumnado se introduce en un campo de entrecruzamiento del discurso jurídico y psicológico en ámbitos de intervención y diálogo interdisciplinar”.
A la vez, la docente destacó que la experiencia curricular responde a “ámbitos de trabajo que demarcan la complejidad de un campo en el que la mirada interdisciplinaria es indispensable para el abordaje de problemáticas y fenómenos, como las violencias”. En tal sentido destacó que ellas “no pueden ser comprendidas desde un solo lugar y que contiene e implica una diversidad de intervenciones técnicas, casuísticas y herramientas de abordaje en el contexto de nudos problemáticos propios de esos desempeños”.
“Desde la primera aproximación, se espera que el futuro profesional tenga un pensamiento situado, reflexivo y crítico respecto a las instituciones y las prácticas en las que participará”, sostiene Narváez. En cuanto a los aspectos indispensables en la vida profesional de una persona que se desempeñe en el campo psicológico en cuanto a su formación en Derechos humanos, recuerda que la disciplina de la psicología “está expresamente formulada en nuestros Códigos: el de nuestro Colegio y el de la Federación de Psicólogas y Psicólogos de la República Argentina (Fe.P.R.A) al que estamos adheridos. La vida profesional toda debe estar fundada en la formación en DDHH”.
“Estamos transitando tiempos de vulneración de derechos y banalización de las violencias que no sólo se plasman como discursos violentos, sino que se reproducen en actos” señaló, en cuanto al contexto actual de recrudecimiento de la violencia institucional, Elizabeth Narváez. En ese aspecto agradeció espacios como éstos que “dialogan entre personas en formación profesional con instituciones”. Y concluyó: “desde espacios institucionales de protección de derechos, como lo es el Comité, es fundamental que se reflexione sobre las consecuencias de las crueldades, tan presentes en estos tiempos. Sus consecuencias deshumanizantes y desestructurantes en las subjetividades y en los grupos humanos horadan el tejido social”.