A 45 años del golpe que dio lugar a la última dictadura cívico-eclesiástico-militar, Miembros, trabajadores y trabajadoras del Comité de Prevención de la Tortura, Otros Tratos y Penas Crueles, Inhumanos y/o Degradantes recuerdan a los y las 30.000. A su vez, renuevan su compromiso con el trabajo por una provincia y un país sin Violencia Institucional y respetuoso de los Derechos Humanos.
La pandemia de Covid-19 y las restricciones impuestas por el ASPO y el DISPO nos obligan a hacer visible la situación en la que se encuentran las personas privadas de su libertad y profundizar en políticas públicas que favorezcan el acceso pleno a sus derechos.
También se vuelve imprescindible la vigilancia atenta a las Fuerzas de Seguridad para prevenir cualquier hecho de Violencia Institucional en cualquier espacio, sea de contexto de encierro o en la vía pública.