Entre el 10 y el 30 de octubre de 1947 en inmediaciones de la localidad de Las Lomitas, Formosa, tuvo lugar la Masacre de Rincón Bomba perpetrada por la Gendarmería Nacional contra el Pueblo Pilagá. En julio de 2019, tras años de lucha por parte de la Federación de Comunidades Indígenas del Pueblo Pilagá, se logró un fallo histórico que reconoció por primera vez como delito de lesa humanidad una masacre contra Pueblos Indígenas.
Egidio García, Vicepresidente del Comité de Prevención de la Tortura y Otros Tratos y Penas Crueles e Inhumanas y o Degradantes del Chaco, perteneciente al Pueblo Qom, reflexionó sobre esta fecha y recordó también el reciente fallo favorable en la causa de la Masacre de Napalpí, ocurrida en 1924 en lo que actualmente es Colonia Aborigen, Chaco.
“Dos líneas de pensamiento tengo, sobre lo ocurrido el 19 de julio de 1924 y luego entre el 10 y el 30 de octubre de 1947. Son dos fallos que marcan a los Pueblos Indígenas de la región y nos llenan de mucho contentamiento, pero a su vez de mucha tristeza. Todavía las heridas de los Pueblos Indígenas, tanto de Chaco como de Formosa, están abiertas. Esta historia de la Masacre de Napalpí y de Rincón Bomba no se ha terminado aún, a pesar del fallo jurídico que es una guerra legal. Quiero mencionar a los dos abogados que tuvieron y tienen el coraje de continuar trabajando, apoyando la causa indígena, los doctores Julio García y Carlos Díaz, exponentes en los dos casos”, expresó el Vicepresidente del Comité.
Por otro lado, García analizó el uso de los medios de comunicación para generar miedo en la sociedad civil y una opinión pública receptiva al uso de las fuerzas represivas. “La prensa, en las dos situaciones, ponía en los títulos: la rebelión de aborígenes. Esos títulos llegaron a los pasillos de Buenos Aires, a la Casa de Gobierno y a los cuarteles. En estos acontecimientos, los pueblos indígenas nunca fuimos alzados en armas, jamás hemos tomado la decisión de convertirnos en una élite de fuerza armada. Jamás hemos hecho lo que se llama una rebelión, somos un pueblo pacífico. Y quiero agregar que no somos rencorosos ni pensamos que si los gobiernos de turno del presente siglo no escuchan la voz de los Pueblos Indígenas serán escuchados a través de la voz de los fusiles. Nunca tuvimos pensamientos ajenos a la paz y ayudamos a que haya una paz social, educación, mayor atención”.
Por otra parte, el vicepresidente del Comité se refirió a las continuidades del genocidio a pesar de los grandes avances en materia de Derecho Indígena y legislación. La Argentina reconoce la preexistencia de los Pueblos Indígenas al adherir al Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el artículo 75 inciso 17 de la Constitución Nacional. A su vez, la Constitución provincial en su artículo 37 hace referencia a lo mismo. Sin embargo, aún falta mucho en aplicación de políticas públicas en cuanto a tierra/territorio, salud, educación.
En este sentido, García afirmó: “Nosotros pedimos que nunca más haya una masacre a los Pueblos Indígenas. Pero aún sigue en nuestras comunidades, por la persecución racial, el hostigamiento policial, ante la falta de intérpretes en algunas comisarías en el momento cuando se aprehende o se lleva a la comisaría a cualquier ciudadano indígena”.
Finalmente, el García enfatizó: “Estos intentos del Estado o del poder de las armas no han podido todavía acallarnos, todavía estamos. Yo tengo más de 60 años y aún sigo permaneciendo y ojalá que la Madre Tierra me tenga para continuar la causa indígena. Porque lo nuestro es una causa, no es sencillamente una posición. Todos los días es una resistencia de los Pueblos Indígenas. Debemos resistir en el marco de un gobierno democrático, ante la discriminación y la persecución racial que sufrimos. Queremos que la sociedad civil de Chaco y las Fuerzas de Seguridad también tengan presente que estamos aún vivos. Estamos de pie, no estamos de rodillas. Solamente nos hincamos de rodillas ante nuestros dioses, pero jamás vamos a arrodillarnos ante un poder. Estamos de pie aún y seguiremos de pie para resistir ante cualquier hostigamiento y violaciones a los derechos humanos e indígenas”.
Foto: Archivo de la Agencia Periodística Timbó