DÍA INTERNACIONAL DE LA VISIBILIDAD TRANSGÉNERO- TRABAJAR EN REDES Y ROMPER LA BURBUJA

El 31 de marzo se celebra el Día Internacional de la Visibilidad Transgénero, impulsado por la activista Rachel Crandall en el 2009. En la fecha, se busca sensibilizar en contra de la discriminación hacia las personas trans. El Comité de Prevención de la Tortura y Otros Tratos y Penas Crueles, Inhumanas y/o Degradantes habló con Mariano Galeano Esteche, presidente de la Fundación Travesti Trans surgida en el 2017 en Chaco, quien reflexionó acerca de la situación actual de la población LGBTIQ+ en la provincia y la necesidad de implementar políticas públicas efectivas para mejorar sus condiciones de vida.

¿Cómo surgió la Fundación Travesti Trans y cuáles son sus principales actividades?

La Fundación salió de una charla con una de las activistas más antiguas, Úrsula Sabarece, y un grupo de chicas trans con la intención de empezar a visibilizar el tema. El activismo por diversidad sexual acá en Chaco surgió hace seis o siete años. Con el tiempo, Úrsula armó su propia organización y a mí me llega la propuesta a través de otra fundación internacional, que es AHF Argentina, para trabajar en terreno el VIH. Me capacitan en VIH y en el tipo de testeo que hacemos y me dan el aval para que capacite a mi equipo de trabajo.

Además, trabajamos lo que tenga que ver con diversidad sexual, siempre buscando hacer una integración, un trabajo social. Vamos a los merenderos, festejamos el Día de la Niñez, Navidad y Año Nuevo. Por ejemplo, el 1º de abril cumple años un merendero de Barranqueras que es de una compañera trans, Taty. Desde la Fundación llevamos a nuestro equipo y hacemos actividades o alguna jornada, tratando de mostrar que la población LGBTIQ+ tiene su lado social y no siempre quedarnos en reuniones entre pares para hablar sólo de nuestras temáticas.

A los compañeros y las compañeras les interesa mucho el trabajo social, se concentran, están pendientes de las gestiones para hacer las actividades. Buscamos salir de la charla de diversidad sexual sentados y sentadas en el Centro de la ciudad. Me interesa que nuestro grupo de voluntarios y voluntarias se vayan capacitando en otras temáticas, como consumos problemáticos, y que tengan las herramientas para ayudar a otros y otras en el momento que necesiten. Ir trabajando en redes y romper la burbuja.

¿Cuál es la importancia del Día Internacional de la Visibilidad Trans?

Este día se planteó desde el 2009 para visibilizar lo que es ser trans, las problemáticas que acarrea la población travesti trans, hablar y sensibilizar sobre el tema. Argentina cuenta con muchas leyes de vanguardia en lo que tiene que ver con diversidad sexual, pero no se cumplen o no llegan a cada rincón de las provincias. Acá en Chaco, si vamos al interior, nos encontramos con compañeras y compañeros que no tienen idea sobre la Ley de Identidad de Género o que pueden cambiarse el nombre a la identidad con la cual se auto perciben.

En lo que tiene que ver con salud, hay mucho atraso. Tenemos compañeros y compañeras con VIH que no adhieren al tratamiento, que no tienen atención adecuada en los hospitales ni en los centros de salud. Ni hablar en educación. Este año armamos un grupo de Plan FINES Trans justamente para que sientan cómodos y cómodas al estudiar, puedan recibirse del secundario y buscar un trabajo.

La población travesti trans está encasillada en el trabajo sexual y en lo referente a estética, peluquería y textil y de ahí no salen. Y tenemos profesionales trans, lesbianas o gays que no consiguen trabajo porque no encajan en el estereotipo 90-60-90, pollerita y camisita. Falta trabajar mucho y salir a los barrios a empoderar a la población. Una vez que conozcan sus derechos, sus leyes, a dónde tienen que ir para pedir acompañamiento o denunciar las Violencias Institucionales, creo que va a empezar a cambiar el panorama de la diversidad en Chaco.

Con respecto a estas Violencias Institucionales, ¿a qué se enfrentan cotidianamente?

La base de todo es la Salud. A la población LGBTIQ+ le cuesta acceder a un tratamiento o a una atención clínica básica para un control, no estamos hablando de tratamientos hormonales. En Educación, recién ahora se está empezando a avanzar de a poquito, pero con grupos de docentes, no a nivel general. Creo que hay muchos organismos que están muy atravesados todavía por la Iglesia, mezclan los temas y no ven que estamos hablando de Derechos Humanos. De personas que tienen que educarse, tener un trato digo, acceso a la salud garantizado, a una vivienda y a un trabajo.

¿Qué avances ves en el Chaco con respecto a los derechos del colectivo LGBTIQ+?

Creo que fue un avance o un guiño de una pequeña voluntad política que exista en la Secretaría de Derechos Humanos y Géneros una Dirección de Diversidad, Disidencia Sexual e Identidad de Género. Pero eso solo no basta. Cuando hablé con funcionarios les planteé que la población travesti trans tiene que estar representada en las áreas de niñez, educación, salud, trabajo, desarrollo social…falta mucho ese compromiso político de la inclusión laboral real de las compañeras y compañeros. Si hablamos de idoneidad, hay muchos y muchas capacitadas, con estudios, y aun así no tienen la posibilidad de asesorar en ciertas cuestiones y espacios.

¿Cómo afectó la pandemia al colectivo LGBTIQ+?

Creo que la pandemia dejó más que expuesta la falta del Estado en lo que tenga que ver con las disidencias. Por ejemplo, en Buenos Aires, cuando recién empezó la pandemia, era impresionante ver la cantidad de compañeras trans que quedaron en la calle. Las organizaciones no dieron abasto para tratar de contenerlas y ver dónde las podían alojar. Muchas de las compañeras trabajadoras sexuales acá en Chaco siguieron trabajando, no tuvieron acceso al preservativo y hoy son VIH positivo a consecuencia de eso.

No había políticas públicas reales destinadas a la población LGBTIQ+ y la pandemia dejó a la vista todo eso. A nivel nacional no hay un censo, no sabemos la cantidad real de población travesti trans, cuántos compañeros y compañeras no cuentan con casa propia, quiénes no tienen ingreso fijo y viven el día a día. Fue querer solucionar algo que viene desde hace años postergado y hay que entender que con un bolsón de mercadería no se vive todo el mes.

También falta que funcionarios y funcionarias bajen a los barrios y vean la realidad de lo que es ser una persona trans, ser una persona LGBTIQ+, excluida de su hogar desde los 12 o 13 años, sin estudio y tratando de sobrevivir como puede. Está empezando a haber una voluntad política y falta dar participación a las organizaciones que están en el terreno para implementar de manera correcta esas políticas.

*Entrevista por Diana Della Bruna. Fotos por Pablo Caprarulo.

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