El delito de desaparición forzada, tipificado en textos internacionales y en la legislación penal de varios países, se caracteriza por cualquier forma de privación de libertad de una persona por parte de agentes del Estado; grupos o individuos que actúan con su apoyo o autorización, seguida de la negativa a reconocer dicha privación con el fin de sustraer a la persona de la protección de la ley.
El hecho, por parte de las fuerzas de seguridad, a no reconocer una detención constituye una desaparición forzada y es una práctica que lamentablemente se ha mantenido aún en democracia.
Como sociedad debemos bregar por el cumplimiento de los derechos humanos y por la memoria de historias que no deben repetirse.